
La homonimia en el pensamiento artificial
Publicado por Alcides Iván Meza (74 intervenciones) el 22/02/2008 23:34:40
Uno de los obstáculos más voluminosos para resolver la comprensión artificial por la computadora de los idiomas humanos es la homonimia. ¿En qué consiste la homonimia? La homonimia es un fenómeno de carácter gramatical: una misma palabra se usa en funciones gramaticales distintas, ya sea como sustantivo y como adjetivo, o como adjetivo y adverbio, o como sustantivo y como verbal, etc.
Por ejemplo, la palabra "pelo", en el idioma español. Significa como sustantivo el objeto que tienen los seres vivos generalmente en la cabeza (humanos) y a veces en todo el cuerpo. Pero también significa un verbal específico: "yo pelo...", conjugación en primera persona del modo indicativo del verbo "pelar".
El problema del uso de estas dos expresiones no es únicamente por su significado. Su funcionalidad dentro del pensamiento cambia, y las estructuras de pensamiento que se forman también son totalmente diferentes. El verbal "pelo" puede llevar a un contexto de comandos de pensamiento, mientras que el sustantivo "pelo" lleva a un contexto totalmente distinto.
En la homonimia artificial, esta ambigüedad humana debe ser resuelta de manera absolutamente determinada, es decir, sin que queden dudas. Sin embargo, existen casos de homonimia en el pensamiento que no pueden resolverse sin el ámbito natural, sin el entorno procesal en el que está inmersa la comunicación, y por lo tanto, temporalmente, no pueden dejarse resueltos en el pensamiento artificial de modo definitivo. Existe una solución temporal para estos casos: la subjetividad artificial. Por subjetividad artificial entiendo la selección de una entre varias opciones de pensamiento, quizás la más probable, sin que ello signifique la anulación real de las otras opciones. Estas otras opciones quedan pendientes. El pensamiento artificial podrá recurrir a ellas posteriormente.
Por ejemplo, la oración: "Amamos". Esta oración puede estar en tiempo presente o en tiempo pasado. Como está estrictamente el verbal, no es posible saber a cuál de los dos tiempos corresponde la expresión. Para no estancar al pensamiento artificial, debe escogerse una, y de allí en adelante se debe proceder exactamente con el mismo tipo de criterio. Esta escogencia es de subjetividad artificial.
La homonimia en el idioma español es menos complicada que en el idioma inglés. En el idioma inglés, absolutamente todos los verbos deben considerarse como casos de homonimia. Las inflexiones verbales en el inglés no constituyen valiosos recursos para el pensamiento. El carácter de inflexión lo aporta el contexto de la comunicación. Eso incrementa al máximo la dificultad de realización del pensamiento artificial en ese idioma.
Por ejemplo, la palabra "pelo", en el idioma español. Significa como sustantivo el objeto que tienen los seres vivos generalmente en la cabeza (humanos) y a veces en todo el cuerpo. Pero también significa un verbal específico: "yo pelo...", conjugación en primera persona del modo indicativo del verbo "pelar".
El problema del uso de estas dos expresiones no es únicamente por su significado. Su funcionalidad dentro del pensamiento cambia, y las estructuras de pensamiento que se forman también son totalmente diferentes. El verbal "pelo" puede llevar a un contexto de comandos de pensamiento, mientras que el sustantivo "pelo" lleva a un contexto totalmente distinto.
En la homonimia artificial, esta ambigüedad humana debe ser resuelta de manera absolutamente determinada, es decir, sin que queden dudas. Sin embargo, existen casos de homonimia en el pensamiento que no pueden resolverse sin el ámbito natural, sin el entorno procesal en el que está inmersa la comunicación, y por lo tanto, temporalmente, no pueden dejarse resueltos en el pensamiento artificial de modo definitivo. Existe una solución temporal para estos casos: la subjetividad artificial. Por subjetividad artificial entiendo la selección de una entre varias opciones de pensamiento, quizás la más probable, sin que ello signifique la anulación real de las otras opciones. Estas otras opciones quedan pendientes. El pensamiento artificial podrá recurrir a ellas posteriormente.
Por ejemplo, la oración: "Amamos". Esta oración puede estar en tiempo presente o en tiempo pasado. Como está estrictamente el verbal, no es posible saber a cuál de los dos tiempos corresponde la expresión. Para no estancar al pensamiento artificial, debe escogerse una, y de allí en adelante se debe proceder exactamente con el mismo tipo de criterio. Esta escogencia es de subjetividad artificial.
La homonimia en el idioma español es menos complicada que en el idioma inglés. En el idioma inglés, absolutamente todos los verbos deben considerarse como casos de homonimia. Las inflexiones verbales en el inglés no constituyen valiosos recursos para el pensamiento. El carácter de inflexión lo aporta el contexto de la comunicación. Eso incrementa al máximo la dificultad de realización del pensamiento artificial en ese idioma.
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