"Las redes Wi-Fi (sin cables) dejan el hogar de los usuarios abierto a unos niveles de inseguridad sin precedentes", dijo el miércoles la revista New Scientist.
La mayoría de las redes inalámbricas tienen medidas Publicidad de seguridad para prevenir el espionaje no deseado de los e-mails y de otros documentos, pero la mayoría de la gente no los usa por su complicado uso. Otros usuarios no cambian las contraseñas dadas por los fabricantes, que son conocidas por muchos hackers, dijo la revista.
Las empresas de redes inalámbricas también deberían dar seguridad respecto a los hackers, añadió, citando una encuesta de 2002 que mostraba que cerca del 70 por ciento de las redes no tenían código. Los expertos en seguridad creen que la solución sería facilitar el uso del software de seguridad de las redes.